Adelmo Mereslofer se marcha una temporada a la costa de Bedok (Singapur).
Los que le conocen saben los motivos de esta indefinida ausencia.
Al resto, Adelmo les dice que algún día, tarde o temprano, volverá.


Sábado, 9 de marzo de 2013


viernes, 30 de noviembre de 2012

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Friedrich Nietzsche. Un luchador contra su época, Rudolf Steiner


Veintiocho

Nunca se supera una pérdida. O bien se la asume como propia, se la acepta en el fuero interno y se establece con ella una relación cada vez más íntima, o bien la pérdida se queda clavada para siempre, como un hueso de pollo atravesado en la garganta.

Veintisiete

Oculto mi vulnerabilidad tras un orgullo despechado con el que pretendo transformar la soledad impuesta en algo que yo mismo he elegido. Así pues, me consuelo con la ilusión de que yo no soy la víctima, sino el instigador de una conspiración. Las montañas de sentimientos enfriados que uno mismo se coloca sobre los hombros son más fáciles de sobrellevar que los destellos de un peligro que invita a la batalla.

martes, 27 de noviembre de 2012

Veintiséis

Se me ha roto el mundo en pedazos y dos grandes fragmentos, el amigo y el enemigo, han terminado colocados uno junto al otro, en el imperfecto conglomerado que ha sustituido a la armonía  de la unidad perdida. Sin embargo, casi al mismo tiempo me doy cuenta de que la pérdida del amigo me ha dado la ocasión de conocer a mi enemigo en carne y hueso.

martes, 20 de noviembre de 2012

Veinticinco

La entrada a la cueva estaba cercada de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones. La contraseña, ya reproducida en ocasiones anteriores, les franqueó el paso hasta la torre del homenaje donde, después de dejar su carruaje a buen recaudo, se acomodaron en lo que antaño había sido la barbacana del recinto.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Veinticuatro

Oscuridad. La gran torre iluminada a las ocho. El denso bosque a las doce. La nave nodriza aterriza sin novedad. Todo permanece tranquilo. Unas luces rojas se encienden en el tablero. La consola de mandos entra en modo hibernación. El viento cesa. Silencio.

martes, 13 de noviembre de 2012

Veintitrés

A veces creemos que las personas cambian con el paso del tiempo, que maduran lentamente degustando los placeres o las desdichas de la experiencia. Y es esa experiencia la que nos enseña que, en lo básico,  todos seguimos siendo los mismos, que no hemos cambiado.

lunes, 12 de noviembre de 2012

La filosofía y el barro de la historia, José Pablo Feinmann


Veintidós

torno.
(Del lat. tornus, y este del gr. τόρνος, giro, vuelta).
1. m. Máquina simple que consiste en un cilindro dispuesto para girar alrededor de su eje por la acción de palancas, cigüeñas o ruedas, y que ordinariamente actúa sobre la resistencia por medio de una cuerda que se va arrollando al cilindro.
2. m. Armazón giratoria compuesta de varios tableros verticales que concurren en un eje, y de un suelo y un techo circulares, la cual se ajusta al hueco de una pared y sirve para pasar objetos de una parte a otra, sin que se vean las personas que los dan o reciben, como en las clausuras, en las casas de expósitos y en los comedores.
3. m. Máquina que, por medio de una rueda, cigüeña, etc., hace que algo dé vueltas sobre sí mismo, como las que sirven para hilar, torcer seda, devanar, hacer obras de alfarería, etc.
4. m. Máquina para labrar en redondo piezas de madera, metal, hueso, etc.
5. m. Instrumento eléctrico formado por una barra con una pieza giratoria en su extremo, usada por los dentistas para limpiar y limar la dentadura.
6. m. torniquete (dispositivo para que las personas pasen de una en una).
7. m. Freno de algunos carruajes, que se maneja con un manubrio.
8. m. Vuelta alrededor, movimiento circular o rodeo.
9. m. Recodo que forma el cauce de un río y en el cual adquiere por lo común mucha fuerza la corriente.
10. m. Der. Acción de pasar la adjudicación del remate, en los arrendamientos de rentas, al postor que ofrece mayores ventajas inmediatamente después de otro que lo tuvo primero y no dio dentro del término las fianzas estipuladas.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Veintiuno

Esta noche soñé con una araña de chocolate con leche. Estaba viva y se movía lentamente sobre la superficie de una mesa. Por sus formas redondeadas parecía que un niño la había moldeado con plastilina. Era grande, del tamaño de la mano de un adulto y carecía de ojos, quelíceros o pedipalpos. Unos dedos femeninos la tomaron por su abdomen y la depositaron en un suelo liso y frío. La araña permaneció estática durante unos interminables segundos, como si realmente fuera una araña de plastilina. Y entonces supe que las arañas de chocolate con leche no tenían vida propia y, teniendo esa certeza, me desperté.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Veinte

El camino se hizo largo. Aquella cuesta parecía no tener fin. Adelmo ascendió, con aquel pequeño cofre camuflado entre las pertenencias que portaba debajo de su jubón, hasta llegar a lo más alto de la montaña. Asomada al alféizar de una de las ventanas del castillo, la princesa le lanzó una escala para que Adelmo pudiera acceder a su aposento. Una vez dentro y a salvo de tan fieros guardianes, no resultó difícil volver a salir y adentrarse en aquel túnel donde la alquimia, después de una eterna espera, les mostró uno de sus más preciados secretos.

En algún lugar, Javier Carretero


domingo, 4 de noviembre de 2012

Diecinueve

Descansa, cielo mío, vida que me da la vida, amor de todo lo que rodea mi existencia, esencia de los más bellos secretos del pasado, aurora terrenal de mis ancestros, tú que me guías por el camino del sacrosanto placer que siento ante tus labios.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Dieciocho


Diecisiete

En ocasiones pensamos que somos tuertos en un reino que no es el nuestro, en el que hemos nacido, crecido y aprendido. En el que hemos experimentado toda clase de sucesos que hacen que seamos tuertos en un reino en el que no debíamos de haber nacido y en el que, a duras penas, solo vemos ciegos a nuestro alrededor.