Adelmo Mereslofer se marcha una temporada a la costa de Bedok (Singapur).
Los que le conocen saben los motivos de esta indefinida ausencia.
Al resto, Adelmo les dice que algún día, tarde o temprano, volverá.


Sábado, 9 de marzo de 2013


sábado, 15 de septiembre de 2012

Uno

Adelmo Mereslofer nació un 11 de septiembre. No importa de qué año. No tiene edad. Ni siquiera tiene un cuerpo definido. Algunas veces incluso desconoce su propia esencia. Es y no es. Tiene días.

Adelmo Mereslofer se dedica a guardar recuerdos. Podríamos llegar a decir que los colecciona. Recuerdos del pasado. Podría atesorar recuerdos del futuro porque sería capaz de ello, pero no lo hace. Sus más preciadas posesiones vienen de tiempos pasados. Siempre.

Adelmo Mereslofer ama a una persona. Una mujer. Ama y se siente amado. Eso es importante. Lo más importante.

3 comentarios:

  1. A Ulrike Fereslomer le gustan los onces, aunque prefiere marcear a septiembrear. Nació un viernes y desde entonces es. Cada día, cuidosamente, borra las huellas de su existencia porque no quiere que el tiempo, con su latido ininterrumpidamente atrasado, se la lleve con él.
    Podríamos decir, pues, que Ulrike nace un poco cada día y evita cualquier resto de recuerdo que pueda condicionar su vida hoy. Ulrike no necesita recordar, necesita vivir.
    Ulrike Fereslomer ama a una persona. Un hombre. Ama y se siente amada. Eso es importante. Lo más importante.

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  2. Senén Xueslodo deseya llarga vida a la señora Fereslomer y al señor Mereslofer.

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  3. Ah, coñu, ta bien que daquién te quiera, que'l mundu ye bien malu.

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