Adelmo Mereslofer se marcha una temporada a la costa de Bedok (Singapur).
Los que le conocen saben los motivos de esta indefinida ausencia.
Al resto, Adelmo les dice que algún día, tarde o temprano, volverá.


Sábado, 9 de marzo de 2013


viernes, 25 de enero de 2013

Cuarenta y seis

Silencio. Adelmo no recuerda sus ojos, ni aún cerrando los suyos. Se esfuerza, intenta dejar la mente en blanco, se concentra. El vacío lo atrapa, le da la vuelta desde adentro, tiene que liberarse para poder respirar, relajar sus músculos contraídos para poder levantarse de la silla y mirar a través de la ventana. No hay nada, solo oscuridad, miedo... silencio.

28 comentarios:

  1. Compre usted para este verano una 125 y airéese. Es muy recomendable.

    ResponderEliminar
  2. No hay por qué, digo yo, dice Nadie.

    ResponderEliminar
  3. ¿Doña Anónimo ya no comenta?

    ResponderEliminar
  4. No me llame usted así, por Dios. Y no, no comento porque estoy en un voluntario estado de coma autoinducido para comprobar si la vida vegetativa es menos dolorosa que la real, que lo es un huevo, y como no puedo con ella ahora mismo me voy a dormir, que últimamente es lo mejor que hago en todo el día.

    ResponderEliminar
  5. ¿Y cómo quiere usted que la llame?

    ¡Anda que bueno está el patio últimamente, Jesús! A Nadie le salvó la vida o lo sacó del coma la moto, que Nadie fue muy comatoso durante su vida anterior. Recomienda Nadie apartar los deberes durante quince días, coger la moto y largarse a solas por ahí, a ver sitios. Lo recomienda para días sin lluvia porque la lluvia es una notoria jodienda -¿o era fornicio notorio?- en moto.

    ResponderEliminar
  6. Es posible que a Nadie una moto le sacara del coma, pero no hay cosa ni escapada que mi vida solucione, además de que en mis circunstancias darme a la fuga, en el vehículo que fuera, no sería viable.
    Esto no tiene solución, por lo tanto lo único que queda es sobrevivir, lo más anestesiada que pueda, aumentando las horas de sueño y las de bañera, y ocupando el tiempo en actividades lo más complicadas posible para no pensar. Lo clásico, vamos.
    También estoy estudiando la posibilidad de aprender alemán, o en su defecto, macramé.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El alemán ya lo intentaste una vez, y el italiano con posterioridad.

      Eliminar
    2. Dos motos.
      Darse a la fuga solamente quince días. Sola. Vale en lata por ahí.
      Para qué sobrevivir si se puede vivir. A usted el señor Rajoy, en connivencia con la Merkel, me da que tampoco la ha jodido -¿o era fornicado?- mucho.
      Macramé, hágame caso.

      Eliminar
    3. Mucho mejor si vale en lata, con calefacción y musiquita de fondo. Pero no sé qué porras haría yo sola por ahí, no le termino de ver la gracia.
      Y lo de vivir es un lujo que algunos tienen, y del que yo ahora mismo no disfruto. Y pa seguir. Pero tampoco tiene mucha importancia.
      Y no, ni Rajoy ni Merkel tienen el poder de amargarme la vida, esos como mucho me quitarán el trabajo, o me seguirán bajando el sueldo y aumentando las horas.
      Lo del macramé... puffff, no sé, no lo termino de ver.

      Eliminar
  7. Muy cierto, pero no en vano mi principal virtud es la cabezonería.

    ResponderEliminar
  8. ¿Alemán, italiano? Gran pérdida de tiempo. Stop. Inglés y castellano. Stop. Y macramé. Stop.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, es una opinión. Yo es que al idioma del imperio le tengo cierta alergia, y empezar un idioma nuevo, por aquello de la dificultad que entraña, me tendría la cabeza ocupada, que es lo que pretendo. El plan B es dormir.

      Eliminar
  9. Hombre, Nadie al anglocabrón le tiene mucha manía, pero de estudiar idiomas y siendo prácticos...

    Nadie no estudia idiomas.

    Macramé.

    ResponderEliminar
  10. Macramé. Primera lección: el nudo alondra. El directo y el inverso van bien; con el alternado ya me atasqué, pero seguiremos en ello.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que te has saltado el nudo simple y el cuadrado.

      Eliminar
  11. Adelmo, chatín, ¿hay algo que yo pueda hacer en esta vida que tú no domines previamente, o seas capaz de soportar en silencio?
    Yo empiezo el macramé por donde quiero, y me ha apetecido empezar por el nudo alondra ¿vale?. Y el directo y el inverso me parecieron muy fáciles, pero el alternado ya tenía un poco más de intringulis, y ahí me he parado ¿vale? Y cuando tenga ganas, si es que las recupero, ya me pondré con los nudos simples, los cuadrados, los marineros, el de bola, el de flor, el de corbata, el retorcido o el de cordón. Y si a ti te parece el orden correcto, bien, y si no también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El silencio es muy malo para la salud. Puede llegar a salirte un cáncer.

      Eliminar
  12. Ya veo. Por eso debe ser que eres incapaz de callarte: a modo de prevención. Pero ¿es que no hay absolutamente nada que a ti te parezca que yo haga bien sin tener que estar todo el día metiéndome el dedo en el ojo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El macramé no sé, pero la tortilla de patata la haces divina de la muerte. Y las rosquillas de limón...

      Eliminar
  13. Pues mira, te juro que si tengo que ponerme yo a hacer una lista de cosas que se me dan bien, lo último, pero lo último último último que pondría sería algo relacionado con la cocina.
    Pero oye, cuando tienes razón, tienes razón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La mejor tortilla de patata del mundo. Las mejores rosquillas de limón del mundo. Los bizcochos no te suben, pero...

      Eliminar
  14. Perdona, perdona, perdona: no me han subido los DOS últimos bizcochos que he hecho en la vida, porque tú me has gafado pero no sabes cómo sabían aquellas magdalenas de almendra. Insuperables.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, mamina mía. Ya te dije que no abrieras el horno.

      Eliminar
  15. Y yo ya te dije que no tenía nada que ver con eso, pero es que eres tan cabezón...
    Y hablando de cosas ricas, me voy a comer.

    ResponderEliminar