Adelmo Mereslofer se marcha una temporada a la costa de Bedok (Singapur).
Los que le conocen saben los motivos de esta indefinida ausencia.
Al resto, Adelmo les dice que algún día, tarde o temprano, volverá.


Sábado, 9 de marzo de 2013


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Treinta

Perdido, desorientado, olvidado... Adelmo ascendió hacia la cima del cerro para considerar lo que una vez había sido. Con la más elevada expresión de tristeza en su rostro contempló, hasta donde su vista alcanzaba, la gran amplitud de su reino. Los recuerdos lo invadieron, y una mezcla de miedo y desconsuelo ahogó su mente durante unos segundos. La falta de valor obligó a Adelmo a tomar asiento. La hierba estaba húmeda y fría. Y entonces, tras un instante de brutal desesperación, sus ojos se llenaron de lágrimas.

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