Adelmo Mereslofer se marcha una temporada a la costa de Bedok (Singapur).
Los que le conocen saben los motivos de esta indefinida ausencia.
Al resto, Adelmo les dice que algún día, tarde o temprano, volverá.


Sábado, 9 de marzo de 2013


jueves, 11 de octubre de 2012

Trece

Sucedió hace diecinueve meses, hace más de trece mil seiscientas horas. Un hecho histórico que cambiaría definitivamente la vida de Adelmo. Abrió la puerta del coche negro, miró en su interior durante unos breves instantes y solo bastó el tono de aquella voz para que la paz le inundara por completo.

3 comentarios:

  1. Cuando Ulrike vio abrirse la puerta de su coche negro pensó que había llegado a la meta, que se había alcanzado algún fin. No podía imaginar que en ese preciso momento empezaba la verdadera historia de su vida, que renacería, que el contador se pondría a cero, que los engranajes de una fantástica máquina empezarían a girar y que ya nada tendría sentido sin él.
    Pese a no saber nada de eso, lo último que sintió Ulrike fue paz.

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  2. La virxe, Adelmo, tú tas intosicáu.

    Senén.

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  3. ¿Pero Ulrike ye rapazu o rapaza? ¿Ye nome o ye apellíu?

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